lunes, 18 de agosto de 2014

¿Un Parque Nacional en la Luna?



El sábado 6 de septiembre celebramos la Noche Lunática, y también un concurso de pósteres de divulgación. Esta entrada es la segunda de un ciclo dedicado a la Luna. 



¿Un Parque Nacional en la Luna?


Poco podían prever los artífices de la carrera espacial que tuvo lugar en el siglo XX, demasiado ocupados en demostrar a su rival que ellos podían llegar más lejos, que la Luna pudiera considerarse un lugar susceptible de ser protegido y declarado Parque Nacional.

Al menos, eso es lo que dos portavoces estadounidenses presentaron en julio de 2013 en el Congreso. Las razones que adujeron fueron que, en previsión del advenimiento del turismo espacial y su posible masificación (si los costes dejan de ser prohibitivos) y que siendo un lugar tan histórico y emblemático como es el lugar donde se produjo el primer alunizaje debe de ser protegido de eventuales degradaciones por culpa de la gente que los visite. Evitar algo parecido a lo que sucede en la actualidad en el Everest o el Cañón del Colorado y sus problemas con la basura.


La iniciativa, llamada el Acta del Legado del Alunizaje del Apolo (o Apollo Lunar Landing Legacy Act, en inglés) es un intento de preservar un pedazo de la historia de la humanidad. Al menos, en principio. El acta recoge la necesidad de delimitar un área en la que se proteja el módulo de alunizaje, las huellas de los vehículos y de los pies de los astronautas que caminaron sobre la superficie lunar, los lugares donde las otras misiones Apolo llegaron (o se malograron intentando llegar a la superficie) y por supuesto, la consabida bandera de las barras y las estrellas.

Fotografía del lugar de alunizaje del Apolo 11. NASA/GSFC/Arizona State Universit

Si dicha iniciativa tiene éxito, se podría llegar a pedir a la ONU que lo declarara Patrimonio de la Humanidad. Aunque, según las congresistas Donna Edwards (Maryland) y Eddie Bernice Johnson (Texas) lo primero es declararlo Parque Nacional, ya que en realidad, al ser parte de la historia americana, ese territorio pertenece a América. Por ello, hay que protegerlo de alunizajes extranjeros ahora que hay países en franca competencia con Estados Unidos y que pueden querer de algún modo eliminar la huella de su país en la Luna. Esto último es lo que ha provocado que (con cierta sorna, todo hay que decirlo) se les acuse de cierto chovinismo y se les advierte que casi tan peligroso como esas entidades nacionales son las empresas privadas que quisieran comercializar dicho Parque Nacional. El Comité Americano de Ciencia, Espacio y Tecnología ha declarado además que el turismo está al menos a un siglo de ser una realidad, por lo que las congresistas no deberían preocuparse.

Pequeñas bromas aparte, esta iniciativa pone de manifiesto una contravención de la legislación que existe en la ONU al respecto, ya que declarar esa zona como un Parque Nacional (esto es, perteneciente a un país) va en contra del espíritu con el que se firmo el tratado de Derecho del Espacio Ultraterrestre, en particular de su artículo II:
El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera”.
Una legislación muy parecida a los tratados de la Antártida y su espíritu universal e integrador. Es por ello que la iniciativa de las congresistas se considera demasiado localista y se han alzado voces dentro del propio Congreso que declaran que “la Luna nos pertenece a todos”. Sí sería posible declararlo un lugar de Patrimonio de la Humanidad, si la iniciativa sigue adelante. Aún falta ver cómo acaba esta propuesta.



Referencias:

http://articles.baltimoresun.com/2013-07-09/news/bs-md-moon-national-park-20130709_1_apollo-lunar-surface-moon








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